¿Cuáles son 3 cambios comunes en la madre embarazada?
El embarazo es un viaje especial, lleno de emociones y constantes transformaciones. El cuerpo de la madre experimenta numerosas modificaciones a lo largo de este proceso para prepararse para el nacimiento del bebé. Estos cambios no solo son físicos, sino que también afectan el estado mental y emocional. En este artículo, la madre embarazada comprenderá mejor los cambios que se producen y la nutrición necesaria para las madres en el posparto.
¿Cuáles son 3 cambios comunes en la madre embarazada?
1. Cambios Físicos Durante el Embarazo
El cuerpo de la madre pasará por cambios significativos. Estas transformaciones afectan tanto a los órganos internos como a la apariencia externa. Específicamente:
1.1. Cambios en las glándulas mamarias
Los pezones comienzan a volverse más sensibles de lo normal durante el embarazo. Para prepararse para la producción de leche, el tamaño de los senos aumentará progresivamente. Los tubérculos de Montgomery también se agrandan para suavizar la piel y la areola. Las glándulas mamarias pueden comenzar a secretar leche en los últimos meses del embarazo.
1.2. Cambios en la estructura ósea
A medida que el feto crece, las articulaciones sacroilíacas y la sínfisis púbica también se relajan y se ablandan. Esto ayuda a que la pelvis se adapte en tamaño, facilitando su expansión según el crecimiento del feto y preparándola para el parto vaginal.
1.3. Cambios en la piel
Uno de los cambios que ocurren durante el embarazo se manifiesta en la piel. Pueden aparecer manchas oscuras en el rostro de la madre embarazada. Suelen aparecer en áreas como el abdomen, los senos, los muslos y los glúteos. En zonas como el cuello, axilas e ingles, la piel puede volverse más oscura y notoria.
1.4. Cambios en el sistema circulatorio
El volumen de sangre de la madre aumenta para satisfacer las necesidades nutricionales y de oxígeno tanto de ella como del feto. En consecuencia, el corazón debe trabajar más, lo que puede hacer que la madre experimente palpitaciones o taquicardia.
Cuando el feto crece, el útero presiona la vena cava inferior, lo que puede provocar una bajada de tensión al estar acostada, estreñimiento, hemorroides, etc. La acumulación de sangre venosa puede causar hinchazón en las piernas. El aumento de los factores de coagulación también puede incrementar el riesgo de trombosis venosa o embolia pulmonar.
1.5. Cambios en el sistema respiratorio
En los últimos meses del embarazo, el crecimiento del feto empuja el diafragma hacia arriba. Esto provoca sensación de falta de aire, respiración rápida y superficial. En embarazos múltiples, estos síntomas son aún más evidentes.
1.6. Cambios en el sistema digestivo
Durante los primeros meses del embarazo, las náuseas pueden dificultar la alimentación, acompañadas de vómitos frecuentes y sensibilidad a ciertos olores y cambios en el gusto. Normalmente, estos síntomas desaparecen a mediados del embarazo, aunque algunas mujeres pueden sufrir náuseas durante todo el embarazo.
La madre puede experimentar dolor abdominal y diarrea al principio. También puede haber estreñimiento debido a los suplementos vitamínicos, cambios hormonales o presión del feto sobre el colon. En algunos casos, el estreñimiento severo puede llevar a hemorroides.
1.7. Cambios en el sistema urinario
El aumento del tamaño del útero provoca una mayor necesidad de orinar, así como incontinencia urinaria. La micción nocturna es un problema común, especialmente en el tercer trimestre.
Cuando el útero presiona los uréteres y la vejiga, puede aumentar el riesgo de infecciones urinarias o cistitis ascendente.
1.8. Cambios en los órganos reproductores
¿Qué cambios ocurren en el útero durante el embarazo? El órgano que más cambia en el sistema reproductor femenino es el cuerpo del útero. Su peso puede ser hasta 20 veces mayor que cuando no hay embarazo. A medida que el feto crece, el útero cambia de forma según la posición fetal, pudiendo parecerse a un óvalo ancho, un huevo o incluso un corazón. El cuello uterino permanece cerrado con un tapón mucoso espeso para evitar infecciones. Durante el trabajo de parto, el cuello uterino se dilata progresivamente para permitir el nacimiento por vía vaginal.
¿Cuáles son 3 cambios comunes en la madre embarazada?
1.9. Cambios hormonales
Las mujeres embarazadas también experimentan numerosos cambios hormonales. El aumento de la HCG puede provocar náuseas y vómitos. Para preparar la secreción de leche de las glándulas mamarias, también aumenta la prolactina. La prolactina también se encuentra en el líquido amniótico y ayuda al feto a metabolizar agua y sal.
La progesterona relaja el útero y previene contracciones prematuras. También puede causar reflujo gastroesofágico, ya que reduce la motilidad intestinal y relaja el esfínter esofágico inferior.
1.10. Cambios generales
La hinchazón de las piernas, el aumento de peso y el agrandamiento de diversas partes del cuerpo son los cambios generales más evidentes durante el embarazo. La retención de líquidos y el aumento del volumen sanguíneo pueden diluir la sangre.
1.11. Aparición de acné
Muchas madres sufren de acné durante el embarazo, especialmente debido a desequilibrios hormonales. El aumento de las hormonas provoca una mayor producción de sebo (aceite natural de la piel), lo que puede obstruir los poros y generar acné.
El acné puede aparecer incluso en mujeres que nunca lo han tenido antes, o en aquellas que ya lo experimentaban durante la menstruación. Sin embargo, no es motivo de preocupación, ya que suele desaparecer de forma natural después del primer trimestre cuando las hormonas se estabilizan.
Las madres pueden usar medicamentos recetados, pero siempre bajo indicación médica. También se recomienda el uso de métodos naturales y seguros adaptados a cada situación.
1.12. Aumento de peso
Es inevitable ganar peso durante el embarazo, lo cual puede causar preocupación en muchas madres por el aumento rápido o por sentirse más pesadas que antes. Por eso, se recomienda seguir las indicaciones médicas para subir de peso de forma gradual y evitar estrías por estiramiento excesivo o dificultades para adaptarse a los cambios físicos.
Según el trimestre, los cambios recomendados para determinar el peso ideal son:
Primer trimestre (3 primeros meses): Aumento de 0,4 kg/mes, equivalente a 1,2 kg en total.
Segundo trimestre (meses 4 a 6): Aumento de 0,45 kg/semana, equivalente a 5 kg en total.
Tercer trimestre (meses 7 a 9): Aumento de 0,5 kg/semana, equivalente a 6 kg en total.
Por tanto, una madre embarazada debería aumentar unos 12 kg durante los 9 meses / 40 semanas de embarazo. Sin embargo, esta cifra puede variar según las condiciones físicas y de salud de cada madre.
2. Cambios Emocionales y Mentales
Las mujeres embarazadas parecen estar "dirigidas" por sustancias internas que controlan en gran medida sus emociones. La inestabilidad emocional y la irritabilidad frecuente son causadas por los cambios en los niveles hormonales, lo que puede hacer que las personas que las rodean no comprendan sus reacciones. Algunos de los cambios emocionales y mentales en las mujeres embarazadas incluyen:
Si la mujer ha padecido anteriormente depresión, manía, trastorno obsesivo-compulsivo o trastorno bipolar, los síntomas suelen agravarse durante el embarazo.
Todas las mujeres embarazadas sienten preocupación. Esta puede deberse al desarrollo del feto, al parto, a la situación financiera familiar, a la crianza futura del bebé, y a una infinidad de otras cuestiones.
Además, las mujeres embarazadas suelen experimentar emociones contradictorias. Pueden sentirse inmensamente felices en un momento y abrumadas o melancólicas en otro. Hay cosas que las confunden y otras que las hacen sentir culpables.
Todas las mujeres embarazadas son objeto de críticas y juicios. Se vuelven más sensibles, vulnerables, propensas al llanto y muy emocionales.
Las embarazadas creen en las creencias populares. Si ciertas prácticas tradicionales las hacen sentir más seguras, lo mejor es que hagan lo necesario para sentirse tranquilas y protegidas, siempre que no afecten su salud.
3. ¿Cómo Cambia el Estilo de Vida Durante el Embarazo?
3.1. Micción Frecuente
Desde el primer trimestre, las mujeres embarazadas orinan con mayor frecuencia debido a los cambios hormonales y al crecimiento del útero, que ejerce presión sobre la vejiga y reduce su capacidad para almacenar orina.
Por eso, orinar frecuentemente es un signo común en el embarazo. Sin embargo, si se acompaña de ardor o sensación de urgencia, podría indicar una infección del tracto urinario, por lo que se debe consultar al médico de inmediato para recibir tratamiento.
3.2. Náuseas, Distensión Abdominal y Vómitos
El síntoma más común del embarazo es la náusea y el vómito. Los altos niveles de progesterona hacen que los músculos del sistema digestivo se relajen, entrando en un estado de “reposo”. Como resultado, el alimento en el estómago puede subir al esófago y provocar sensación de náuseas.
Además, la progesterona ralentiza la digestión, provocando hinchazón y distensión abdominal debido a la digestión dificultosa.
En las primeras etapas del embarazo, las mujeres suelen sufrir náuseas y vómitos, aunque algunas continúan con estos síntomas hasta las semanas 16 o 18. Cuando las náuseas son severas, se puede producir una deficiencia de vitaminas y minerales. Es fundamental acudir al médico para revisar la dieta y recibir orientación.
¿Cuáles son 3 cambios comunes en la madre embarazada?
3.3. Cambios en el Gusto
Los cambios en el gusto durante el embarazo no solo desconciertan a las madres, sino que también resultan un desafío para los esposos que intentan complacer a sus parejas. Los cambios hormonales, especialmente la hCG, pueden causar estos cambios de apetito. Esto puede llevar a que la madre tenga antojos intensos y, a la vez, rechace ciertos alimentos en cortos periodos de tiempo.
La secreción reducida de ácido gástrico y la disminución de la capacidad digestiva, junto con la gonadotropina coriónica (hormona del embarazo), pueden provocar antojos de sabores ácidos y falta de apetito. Además, la sensibilidad a los olores intensos como el del pescado fermentado o el café también se incrementa.
3.4. Estreñimiento
Existen múltiples causas del estreñimiento durante el embarazo, entre ellas:
El aumento de progesterona relaja los intestinos, ralentizando su actividad y el proceso digestivo.
El crecimiento del útero comprime los nervios cercanos.
El feto, al desarrollarse, reduce el espacio del sistema digestivo.
La falta de actividad física o la ingesta insuficiente de agua.
El exceso de suplementos como hierro, calcio y otros nutrientes beneficiosos para el bebé.
Si no se trata, el estreñimiento puede derivar en hemorroides, e incluso representar un riesgo para la vida de la madre y el bebé, al aumentar la posibilidad de aborto espontáneo, parto prematuro o malnutrición fetal.
4. ¿Cómo es la Alimentación de la Madre Después del Parto?
Las madres que están amamantando necesitan más energía y nutrientes que durante el embarazo, ya que pierden gran cantidad de energía y nutrientes debido a la pérdida de sangre durante el parto, la producción de calostro y leche para alimentar al bebé inmediatamente después del nacimiento.
4.1. Necesidades Energéticas
Las madres lactantes necesitan aproximadamente 500 kcal más al día que una mujer no embarazada. Además, los requerimientos energéticos durante la lactancia dependen del nivel de actividad física y del aumento de peso durante el embarazo. Específicamente:
Las mujeres que han seguido una buena dieta antes y durante el embarazo, ganando entre 10 y 12 kg, deben asegurar una ingesta energética de 2.260 kcal/día si realizan trabajo liviano, y 2.550 kcal/día si su actividad es moderada.
Las mujeres que no han tenido una buena nutrición y han ganado menos de 10 kg durante el embarazo deben comer más y diversificar su dieta para asegurar el aporte energético necesario para el bebé.
4.2. Requerimientos de Nutrientes
Proteínas: Las mujeres lactantes necesitan consumir 79 g de proteínas por día durante los primeros 6 meses después del parto. En los 6 meses siguientes, deben aportar 73 g de proteínas diarias. Se recomienda que más del 30% de estas proteínas sean de origen animal. Alimentos como pescado, carne, huevos, leche, legumbres y otros deben ser prioritarios en la dieta de las madres en el posparto.
Grasas: Las madres lactantes deben obtener del 20 al 30% de su energía total de las grasas. Grasas como EPA, DHA, omega 3 y omega 6, presentes en aceites de pescado, ciertos pescados grasos y algunos aceites vegetales, son esenciales para el desarrollo cerebral y visual del bebé.
Vitaminas y Minerales: Las madres que amamantan deben recibir las vitaminas y minerales necesarios. Se recomienda consumir al menos 400 g de frutas y verduras al día, así como una ingesta adecuada de fibra para prevenir el estreñimiento.
Agua: Las madres lactantes deben beber entre 2 y 2,5 litros de agua por día para asegurar una producción de leche suficiente para el bebé.
4.3. Recomendaciones para las Madres Después del Parto
Dormir lo suficiente y descansar adecuadamente.
Realizar ejercicio ligero cuando sea posible.
Evitar el estrés y mantener una actitud mental positiva.
¿Cuáles son 3 cambios comunes en la madre embarazada?
Conclusión
El embarazo es una etapa inolvidable en la vida de cada mujer. Conocer los cambios físicos y emocionales que ocurren permite a la madre embarazada prepararse mejor para este viaje. Una buena alimentación después del parto también es fundamental para recuperar la salud y alimentar al bebé con leche materna. Recuerda que cada experiencia de embarazo es única, y el cuidado y el amor hacia la madre y el bebé hacen que esta etapa sea aún más especial.
This website uses cookies to improve your experience, analyze traffic, and show personalized ads.
By clicking "Accept", you agree to our use of cookies.
Learn more our Cookies Policy.
Notice about Cookies
We use cookies to enhance your experience. Please accept or decline to continue using our website.